La industria del café experimenta una transformación a través de la integración de la biotecnología, afectando tanto la producción como la sostenibilidad. Las técnicas biotecnológicas modernas, como la selección genética y la modificación de genes, optimizan los cultivos y responden a los desafíos ambientales. Aunque prometedora, esta integración plantea desafíos en cuanto a la aceptación pública y el costo para los pequeños productores, requiriendo una regulación armonizada.