Los avances tecnológicos transforman el secado del café, pasando de métodos tradicionales a enfoques mecánicos e innovadores. Estas nuevas técnicas mejoran la calidad del café al optimizar la preservación de los aromas y ofrecer una diversidad de sabores. La industria se dirige hacia prácticas sostenibles que responden a las exigencias ambientales al tiempo que garantizan un café de calidad superior.